Es una isla ideal para perderse en pueblos con encanto, hacer senderismo entre los campos de lava de Timanfaya o sucumbir al encanto de sus playas paradisíacas. Un lugar de otro planeta ¿Nos vamos?
Si existe un lugar enigmático para vivir una experiencia de otro planeta, ese es Lanzarote. Con su paisaje de colores y texturas casi extraterrestres, viñedos que han brotado del fuego, campos de lava, playas paradisíacas o pueblos encantadores esta isla canaria se convierte en la candidata perfecta para darte ese viaje que jamás olvidarás. Y, para que no te pierdas nada, hemos preparado una lista de los lugares y actividades que debes hacer en la tierra del diablo (sí como lo lees, la tierra del diablo ¿la razón? Te lo explicamos más adelante)
Eso sí, para sumergirse en el encanto de Lanzarote hay que ir sin prisas, porque deleitarse de sus paisajes volcánicos, tumbarse al sol sobre arena blanca o dorada, surfear o saborear su gastronomía… son algunas de las muchas actividades que se pueden hacer en esta ínsula del archipiélago canario. Así que ya puedes marcar en tu agenda esta aventura, sea en familia, pareja, solo o con amigos, y ahora solo nos queda decir: ¡Bienvenidos a la isla de fuego!
1. Visita el Parque Nacional de Timanfaya
Los paisajes volcánicos de Lanzarote despiertan sensaciones únicas, y sería un pecado visitar la isla y no trazar una ruta por el Parque Nacional de Timanfaya. Su paisaje áspero, salvaje, ocupado por campos de lava, rocas de formas caprichosas y tonalidades que se mezclan entre rojos, ocres y negros, es el mayor espectáculo de este singular paraje natural que nació de las erupciones volcánicas que se registraron entre 1730 y1736 y en 1824, dejando más de nueve pueblos sepultados bajo las cenizas y cubriendo de lava las tierras más fértiles de la isla. De ahí es que nace también la famosa leyenda del “Diablo de Timanfaya”, que puedes descubrir aquí.
Para conocer el silencioso mundo lunar, casi vacío de vida de Timanfaya, es recomendable acudir primero al Centro de Visitantes e Interpretación de Mancha Blanca, donde de forma gratuita se ofrece una completa visión del parque nacional. Luego existen tres maneras de acceder a este peculiar espacio: la más habitual es la ruta de los volcanes, que parte desde el Islote de Hilario y se recorre en autobús durante 40 minutos entre tubos volcánicos, campos de piroclastos y diferentes tipos de lavas hasta llegar a lo más alto de las Montañas del Fuego, donde podrás admirar los impresionantes cráteres de Timanfaya, mirar de cerca la actividad volcánica con demostraciones geotérmicas que realizan los expertos del parque, y, si te apetece, tienes la posibilidad de degustar platos cocinados al calor del volcán que se ofrecen en el restaurante El Diablo. Por otro lado, para los amantes del senderismo, la alternativa es reservar excursiones guiadas por la Ruta de Termensana y la del Litoral, que discurre por la costa, donde el mar y la lava se unen, y que también se puede afrontar por libre. Eso sí, ten en cuenta que tiene cierta dificultad.
Información práctica
Fotos: Roxana Ibañez
2. Visita los pueblos más bonitos de Lanzarote (Teguise, Puerto Arrecife, Tinajo…)
Otro de los grandes reclamos de Lanzarote son sus pueblos de encanto inigualable y que son la mejor invitación para desconectar al máximo. Uno de ellos es Teguise, que fue la capital de la isla hasta 1852. Esta villa es ideal para deambular por su centro histórico repleto de arquitectura tradicional, ventanales de madera verde, animados bares y el enorme mercadillo que se organiza los domingos con mucho ambiente y donde comprar artesanía canaria. Otra alternativa es Arrecife, la actual capital de Lanzarote y en la que podrás empaparte de su carácter marinero: vale la pena visitar el barrio La Puntilla, el Castillo de San Gabriel o el Castillo de San José, que acoge el Museo Internacional de Arte Contemporáneo (MIAC), sin dejar de disfrutar el buen ambiente que siempre se respira en el paseo marítimo que flanquea al pueblo.
Asimismo, Haría es un pueblecito pintoresco que no hay que pasar por alto. Además de visitar la casa Museo del artista y arquitecto, César Manrique, no te pierdas su mirador, donde podrás deleitarte con inigualables panorámicas. Incluye también en tu hoja de ruta otros pueblos como: La Geria (conocido por sus bodegas de vino), El Golfo, Yaiza, Órzola o Punta Mujeres.
3. Las mejores playas de Lanzarote
Y con el buen tiempo ya apetece un chapuzón ¿verdad? Las playas de Lanzarote son el lugar de reunión con la naturaleza y la desconexión que no debes perderte.
- Por ejemplo, al sur de la isla se encuentran las playas de Papagayo- porque son un grupo- que reciben este nombre genérico y seducen por su belleza salvaje, sus finas arenas doradas, aguas transparentes color esmeralda y suave oleaje ideal para la práctica del snorkel. Son en total siete calas y arenales: Papagayo, Puerto Muelas, Caleta del Congrio, Playa de la Acera, Playa del Pozo, Playa Mujeres y Caletón de San Marcial que se encuentran dentro del Parque Natural de los Ajaches ¿Te lo vas a perder?
- Y si esto te parece poco, Lanzarote siempre esconde más tesoros, como la playa del Janubio, de arena negra, perfecta para disfrutar de un paseo y deleitarse de sus impresionantes vistas: eso sí nadar aquí es peligroso debido a las fuertes corrientes.
- Otra alternativas son: La playa de los Caletones, junto a la localidad marinera de Órzola, en el norte de Lanzarote; la playa El Ancla situada a la entrada de Costa Teguise, ideal para disfrutar del baño y el buceo de superficie, y la playa de Famara, ubicada en la localidad de La Caleta de Famara, muy recomendable para la práctica del surf, windsurf o kitesurf, debido a la presencia de vientos y fuerte oleaje.
4. No te pierdas los Jameos del Agua
Otra de las grandes atracciones de Lanzarote son los Jameos del Agua, una intervención artística en un espacio natural originado en el interior de un túnel volcánico. Fueron creados por César Manrique y está formado por tres jameos o aberturas, que sorprenden por su extraordinaria integración de naturaleza y arte. Este túnel, que tiene más de seis kilómetros de longitud, se prolonga desde el mismo cráter del volcán hasta el mar, introduciéndose bajo el océano un kilómetro y medio- a esta última franja se la conoce como Túnel de la Atlántida-. La entrada a este magnético mundo empieza con el descenso al ‘Jameo Chico’ y durante el recorrido encontraréis espacios y rincones impactantes como un lago natural con aguas transparentes. Si se cruza el lago de forma lateral por una pasarela se llega al ‘Jameo Grande’, donde se abre un impresionante jardín en el que la vegetación se muestra de forma exultante. Ya en el ‘Jameo de la Cazuela’ encontraréis un sorprendente auditorio integrado en el interior de una gruta volcánica. Todo un recorrido a la que conviene añadir una experiencia gastronómica en el restaurante que se sitúa en el interior de este singular túnel.
– Información práctica
5. Más cosas que hacer en Lanzarote
El archipiélago canario despliega contrastes y paisajes cambiantes que llenan de energía y atrapan a cualquier visitante. En cualquier rincón de Lanzarote siempre hay algo por descubrir y disfrutar mientras te olvidas del mundo:
- Mirador del Río. Se encuentra a 11 kilómetros de los Jameos del Agua, situado en lo alto del Risco de Famara, a 474 metros de altitud, desde el que se obtienen las mejores vistas de la isla, la Playa del Risco y las Salinas del Río, entre otros lugares.
- Salinas del Janubio. Ubicado en Playa Blanca, es un lugar ideal para deleitarte con su paisaje onírico durante la puesta del sol.
- Los Hervideros. Aquí el Océano Atlántico muestra su poderío salvaje con un espectáculo increíble, sobre todo en los días que el mar se encuentra más picado y estalla con virulencia por una serie de acantilados -que han sido tallados por la actividad volcánica- dando la impresión de que la tierra está hirviendo, generando además un sonido que no te dejará indiferente.
- Museo Atlántico. Sumérgete en el único museo subacuático de Europa, ubicado en Playa Blanca. Este ambicioso proyecto lleva el sello del artista británico Jason deCaires Taylor y está formado por diez instalaciones submarinas que plantean una reflexión sobre temas contemporáneos y el uso de los recursos naturales. Más info aquí
- Prueba la gastronomía de Lanzarote. No te vayas sin degustar sus deliciosos platos, que resaltan por su sencillez y el buen uso de sus productos locales de gran calidad. Prueba las papas arrugadas con mojo, el gofio, el baifo o la carne de cabrito, el pulpo y un buen pescado o marisco autóctono como las lapas negras y navajas a la plancha. Descubre las direcciones donde comer o tomar algo en Lanzarote, aquí.
Fotos: Roxana Ibañez
Conclusión
Lanzarote es la isla que lo tiene todo, desde paradisíacas playas a pueblos que enamoran y que transportan a un mundo inigualable, pasando por espacios para practicar deporte o senderismo en medio de campos de lava, que son una gran invitación para desconectar del mundo. La isla que César Manrique imaginó y ayudó a convertir en un reclamo turístico tiene secretos que vale la pena descubrir. Apúntate a la aventura de la isla canaria más cercana a la Península.