En la región de Salzburgo se encuentra este mundo de agua que es una de las mejores escapadas para disfrutar en los Alpes
Las cataratas Krimml tal vez no son tan famosas ni te quitarán el aliento como las de Niágara o Iguazú pero serán uno de los grandes recuerdos que te llevarás de Austria. Entre otras razones porque hay pocos saltos de agua en el mundo que sean tan asequibles para disfrutar en familia pese a hallarse en un entorno de alta montaña como es el Parque Nacional Hohe Tauern.
Este parque es uno de los muchos espacios protegidos y valles que merece la pena descubrir en Austria. Y las cascadas Krimml son una de las principales atracciones de este paraje de los Alpes. Las cataratas dibujan una caída vertiginosa partida en tres niveles, con un giro como si fuera un meandro de río, una silueta que recuerda a esas pistas de nieve en las que esquiar, otra de las pasiones de los austríacos.
Razones que invitan a descubrir Krimml
- Un espectáculo de la naturaleza: las cataratas Krimml tienen una altura total de 380 metros y son las más altas de Austria. Nacen del río Krimmler Ache, que se nutre en buena parte del agua de los glaciares de los Alpes. Por dicho motivo conforme avance el deshielo más cauce se vierte al precipicio. La mejor época para verlas es hasta finales de octubre, cuando se cierra la zona recreativa que incluye la cascada, abierta al público de 9 a 17.00 horas cada día.
- Caminata apacible: el pueblo de Krimml, al que se llega por carretera, está a solo un kilómetro de las cascadas. El camino al salto de agua empieza en el mismo pueblo, salpicado de tiendecitas en temporada, y va serpenteando hacia el punto más alto. A lo largo existen varios miradores para ver la cascada desde diferentes ángulos y algunos deparan vistas asombrosas del valle Krimmler Achental. Los más perezosos pueden ir directamente al párking de las cascadas, donde se paga la entrada.
- Los alrededores: las cascadas de Krimml son ideales para pasar una jornada en familia y plantearse un picnic silvestre. El parque Hohe Tauern es un espacio de alta montaña con varias cimas por encima de los tres mil metros y nieve garantizada todo el año. El pueblo de Krimml cuenta con un centro de visitantes y museo llamado Casa del Agua con exposiciones y proyecciones multimedia en el que se explica este bucólico ecosistema de glaciares y ríos, lo que añade una dimensión educativa a la escapada con niños.
- Sobre ruedas: Las cataratas Krimml son uno de los paisajes imprescindibles que hay que ver en Austria, un país ideal para recorrer en caravaning o en coche particular. Se encuentra a unos 100 kilómetros de Innsbruck y unos 150 de Salzburgo, una de las ciudades más bonitas del país alpino.