Las variaciones cromáticas y el escenario entre volcanes y coladas de lava convierten a este hayedo en uno de los lugares naturales más icónicos, que se puede descubrir de diferentes maneras. Te explicamos cómo hacerlo
Pocas cosas más bonitas se pueden decir de un bosque que hace que caigas en el dulce olvido de todo el mundo. Eso lo escribió el poeta Joan Maragall y refleja la magia de la Fageda d’en Jordà, uno de los lugares icónicos de Catalunya que forma parte de las listas de imprescindibles del otoño. Porque este rincón de naturaleza de La Garrotxa ofrece un laberinto de hayas que te alejarán de las preocupaciones del día a día, así que ya va siendo hora de que lo apuntes en tu lista de escapadas.
La Fageda d’en Jordà permite al visitante viajar a un lugar de excepcional riqueza natural y paisajística. No sólo tiene una peculiar ubicación, ya que crece sobre la colada de lava del volcán del Croscat, sino que también ofrece un espectáculo de colores en su suelo cubierto de musgo o tapizado de hojas en tonos que van desde el amarillo al rojo o al tostado. Sin duda, un ambiente de cuento que se puede disfrutar de diferentes maneras. Te dejamos todos los detalles
Rutas para descubrir la Fageda d’en Jordà
Este bosque es uno de los sitios más curiosos de Catalunya. Se traduce como Hayedo de Jordà y está ubicado a 550 metros de altura, una altitud por debajo de las que suelen acoger los hayedos (por lo general crecen por encima de los 900 metros). Es también una de las 28 reservas naturales del Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa. Existen diferentes itinerarios de distinta dificultad y duración por los cuales adentrarse caminando y disfrutar de la magia que desprende el bosque.
Es el más corto y el más popular. Una ruta circular de 1,5 km, ideal si se va con niños, ya que el recorrido dura aproximadamente 35 minutos a pie. Comienza en el centro de información de Can Serra (Fageda d’en Jordá), dónde podrás pedir información y los mapas del sendero. Tras sortear unas escaleras podrás adentrarte en el corazón del bosque, donde podrás admirar además de su frondosos árboles, los característicos ‘tossols’, prominencias de hasta veinte metros de altura generadas por la propia colada de lava.
Una ruta que no solo te permitirá embriagarte de la naturaleza de La Fageda d’en Jordà, sino que también podrás conocer otros dos grandes tótems naturales del Parque Natural Zona Volcánica de la Garrotxa: las calderas del Croscat y de Santa Margarida, que cuenta con una peculiar capilla en medio del cono volcánico. Eso sí, este recorrido es más exigente que el anterior: la ruta de 11 km aprox. puede durar más de 4 horas. Se recomienda empezar por el Área de Can Serra (en la Fageda d’en Jordà), aunque también se puede iniciar por el Área de Santa Margarida. Y si decides hacer este recorrido, debes saber que la visita al volcán del Croscat requiere de reserva previa.
Actividades para disfrutar en La Fageda d’en Jordà
Más allá de las rutas que se pueden hacer a pie, también existen otras alternativas para sumergirse en la naturaleza exuberante de este peculiar bosque ¡Claro! siempre respetando el entorno natural:
- Paseo en carruaje. Existe la opción de hacer un recorrido por el bosque subido a un carruaje de caballos. Este servicio dura aproximadamente una hora. Podrás bajarte, pasear y tomar fotos con el paisaje otoñal y cargado de naturaleza plena. Más información aquí
- Paseo por la cooperativa de La Fageda. No te puedes perder la excursión por la Cooperativa de “La Fageda”, dónde se elaboran productos lácteos, como los conocidos yogures. Se trata de un proyecto social para favorecer la inserción laboral de personas con discapacidad psíquica. Más información aquí
- Otros lugares. Y si tienes tiempo aprovecha esta escapada para descubrir Olot, la capital de la Garrotxa, donde podrás visitar el Museo del Volcán, recorrer el claustro del antiguo convento del Carme o, si prefieres, entrar al Museo de los Santos. Además de saborear la deliciosa gastronomía de los restaurantes de los pueblos del parque y sus alrededores.
Conclusión
Romántico para las parejas, ideal para las familias. La Fageda d’en Jordà es uno de los bosques que hay que visitar al menos una vez en la vida y, a ser posible, en otoño, para poder disfrutar del festival de colores de la naturaleza, con las hojas caídas de las hayas formando un manto onírico que vale la pena descubrir sin prisa y en buena compañía.